En los años 80, la publicidad en la televisión jugó un papel fundamental para las majors jugueteras. Fue una década en la que la televisión se consolidó como el medio de comunicación más influyente en los hogares, y las marcas supieron aprovechar este alcance masivo para captar la atención de los más pequeños. Los anuncios de juguetes eran coloridos, dinámicos y llenos de imaginación, creando una conexión directa con los niños que veían los comerciales y logrando que soñaran con tener esos juguetes que parecían tan emocionantes y divertidos en la pantalla.