Contrariamente a nuestros recuerdos, nuestros juguetes eran bienes de consumo cuyo objetivo era generar beneficios. Motivaciones más elevadas a parte, todo se reduce a eso y la inversión debía merecer la pena. Así, muchas colecciones se nutrieron de repintados, remoldeados y reutilización de piezas de colecciones previas. Mattel reutilizó los moldes de los animales de Big Jim en su colección de Masters del Universo, Hasbro hizo lo propio con Diaclone de Takara para elaborar los Transformers.
Otra estrategia importante fue ahorrar en los costes de creación de las nuevas figuras; de este modo se podían reutilizar los mismos moldes en colores diferentes y combinando distintos accesorios, dando lugar a nuevas figuras. Hasbro fue una experta en esta materia, tanto en Transformers como en GI Joe y Mattel no le anduvo a la zaga. Minimizar costes, maximizar beneficios. EXIN tampoco fue ajena a estas prácticas y los Madelman 2050 son prueba de ello.