EL DISCURSO QUE CAMBIÓ LA HISTORIA: HACIA UN NUEVO ORDEN MUNDIAL

 Bush, George H. W. (11 de septiembre de 1991) Discurso ante la Asamblea General de la ONU. "Hacia un nuevo orden mundial." [Grabación del Departamento de la Asamblea General y de Gestión de Conferencias].*

     Señor Presidente, distinguidos miembros de la Asamblea General y ciudadanos del mundo.

George Bush frente a la Asamblea General de la ONU

     Hoy, nos reunimos aquí tras haber superado la crisis en Oriente Medio, tras la injustificada agresión contra Kuwait, un acto de brutalidad y desafío al orden internacional que encarna esta Asamblea. Mientras abordamos el futuro de Irak, somos también testigos de los cambios históricos que atraviesa la Comunidad Económica Europea, cada vez más cerca de una verdadera unión que fortalecerá las relaciones con Estados Unidos. Al mismo tiempo, nuestros amigos de la Europa Oriental atraviesan una transformación sin precedentes por la que la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y sus aliados cada vez gozan de mayor libertad, autodeterminación y democracia. Es un momento de esperanza y, al mismo tiempo, de gran incertidumbre para toda la comunidad internacional.

     Más allá de estos conflictos y transiciones políticas inmediatas, emergen cuestiones que nos afectan a todos como especie.  Hablo de una realidad que nos lleva acompañando durante todo el siglo XX. ¿Hay vida más allá de nuestro planeta? Las misiones espaciales soviéticas y estadounidenses nunca han encontrado entes biológicos extraterrestres con los que comunicarse, pero la historia más secreta de nuestros países sí atestigua esta verdad. La vida más allá de la Tierra existe.

     Damas y caballeros, entiendo el revuelo de mis palabras. Es de sobra conocido el interés de los gobiernos de mi país por dilucidar la existencia o no de seres extraterrestres y en aras de la transparencia que necesita este periodo de cambio, vengo a hablarles de las iniciativas que mi gobierno ha llevado a cabo desde los años 40.

     Desde 1947, con los incidentes de Kenneth Arnold y Roswell, el gobierno de los Estados Unidos ha emprendido investigaciones para desentrañar estos enigmas. El Proyecto Sign (1947-1949) fue nuestro primer paso, donde por primera vez se planteó la posibilidad del origen extraterrestre de muchos sucesos inexplicables, aunque esa hipótesis fue finalmente rechazada oficialmente. Le siguió el Proyecto Grudge (1949-1951), que adoptó un enfoque escéptico y redujo estos eventos a interpretaciones erróneas o fenómenos naturales, desestimando toda amenaza.

     El Proyecto Libro Azul (1952-1969) representó el esfuerzo más amplio y sistemático, investigando más de 12 000 casos y concluyendo, en su informe final, que no existía evidencia definitiva de amenaza ni prueba de visitas extraterrestres, aunque cerca de 700 casos quedaron sin explicación.

     El Panel Robertson (1953), convocado por la CIA, reforzó la visión de que estos fenómenos no suponían un peligro inmediato, pero recomendó campañas de educación pública para prevenir el pánico y evitar que los informes masivos saturaran nuestros sistemas de defensa.

Sede principal de las Naciones Unidas, New York

     Sin embargo, la realidad que hoy compartimos va más allá de los documentos públicos. Mientras se afirmaba oficialmente que el fenómeno carecía de relevancia, se mantuvo activo un programa secreto: la Astral Information Office. 

     La AIO desarrolló una red de monitoreo satelital e investigación terrestre, vinculada a lo que se conoció públicamente como "Proyecto Star Wars" durante la administración de mi predecesor, Ronald Reagan. Bajo la dirección de destacados ingenieros, esta iniciativa reunió grandes volúmenes de datos clasificados, avanzó en electrónica y computación, y dio inicio a un programa de retroingeniería cuyos resultados estamos dispuestos a compartir con el mundo sin ningún tipo de contrapartida. Muchos de los avistamientos OVNI desde los años 70 hasta ahora no han sido más que experimentos del proyecto AIO.

     Hoy reconocemos abiertamente la existencia de estos esfuerzos y reiteramos que, aunque hemos encontrado tecnología que supera nuestra comprensión actual, no hemos hallado en estos casi cincuenta años de investigación vida alienígena inteligente en nuestro planeta ni en nuestro entorno galáctico más cercano.

     Este momento exige transparencia y responsabilidad global. Debemos cooperar como una única comunidad internacional para investigar de forma científica y honesta, sin alentar el pánico ni las teorías que siembran división, discordia y desconfianza.

     Desde esta tribuna propongo la creación de un comité para la observación y el tratamiento de la información relacionada con los fenómenos inexplicables que puedan seguir ocurriendo de ahora en adelante. Animo a todos los representantes aquí presentes a que debatan con sus gobiernos la necesidad de compartir toda la información que esté a nuestro alcance.

     No estamos solos y ahora lo sabemos. Muchas gracias y que Dios los bendiga.

 "¡OVNIDIOTA!" así calificó The Daily, un diario de derecha radical vinculado a la FOX, al Presidente Bush.

*Basado en el discurso real de George H. W. Bush tras el final de la Operación Tormenta del Desierto en 1990.